jueves, 10 de junio de 2010

EL CONCEPTO DE SISTEMA FAMILIAR, COMO RESPUESTA A LOS PACIENTES QUE ACUDEN POR AYUDA A UN TRATAMIENTO DE PSICOTERAPIA.



Cuando una persona decide acudir a un consultorio de Psicoterapia por ayuda psicológica, trae consigo muchos elementos. El es el resultado de herencias genéticas, biológicas, ambiente familiar además de mensajes verbales y corporales que le enviaron los adultos que lo rodearon cuando era niño. El clima de la escuela donde estudió, el barrio donde jugaba etc... También, su desarrollo como ser humano es el resultado de otros factores como la alimentación, el clima, creencias filosóficas, religiosas, culturales, políticas etc... Todo ello va formando al individuo y todo ello proviene de varios sistemas que influyen en la vida del ser humano.

Pero el sistema más importante donde se desenvuelve la persona es en la familia, es ahí donde convergen las fuerzas antes mencionadas y es ahí donde principalmente exterioriza el individuo todo este aprendizaje. Los pilares del sistema familiar son los padres, quienes aportan sus propias creencias, herencias biológicas y de comportamiento, por lo tanto es indispensable que la pareja, al decidir unirse, tenga objetivos comunes, un mismo plan de vida, y una buena disposición para comunicarse abiertamente, ya que de lo contrario, cada quien podría desear imponer en el núcleo familiar sus propias ideas y costumbres y podría llegar a convertirse en una lucha de poderes de parte de los conyugues, tratando así, cada uno, de imponer sus propias ideas. Esto se da ya sea abierta o veladamente y como consecuencia se vuelve un sistema enfermizo donde siempre va a ver un culpable o “sujeto designado” quien va a mantener el “equilibrio” en la familia. Uno de los miembros de la familia se vuelve enfermizo, tiene problemas de alcohol, o no desea estudiar o trabajar; podrán incluirse en la lista los embarazos no deseados además de comportamientos antisociales.

Cuando un individuo acude por ayuda para un tratamiento de psicoterapia, lo más conveniente sería que acudiera toda la familia para poder encontrar los puntos enfermizos (mala comunicación, falta de aceptación, baja tolerancia a la frustración etc...) que aqueja al entorno familiar. Esto no siempre es aceptado por el sistema, ya que no todos desean modificar conductas pues se sienten muy “cómodos” en sus comportamientos a pesar de que estos les causan mucho sufrimiento y modificarlos podría ser riesgoso. La buena noticia es que la persona misma puede encontrar respuestas ya que al hacer el mismo, cambios de actitud y comportamientos, el sistema familiar necesariamente tendrá que moverse y ajustarse a la nueva dinámica de sus miembros. Ejemplo: un hermano mayor quien cree que tiene que resolverle todos los problemas a los demás familiares, al dejar este comportamiento, permite que los otros miembros de la familia se hagan responsables de sus propias vidas dejándoles crecer emocionalmente. Estos ajustes no son siempre agradables por eso es muy difícil el convencer a un sistema familiar que acuda a Psicoterapia, y cuando un miembro decide hacerlo, muchas fuerzan actúan alrededor para que no prosiga con el tratamiento. Críticas como “no estás loco” “te están sacando tu dinero” “mejor platica con un amigo” “tu nunca vas a cambiar” etc... Impiden que el individuo se conozca así mismo.

Quienes han sobrevivido a esto, y han continuado un tratamiento de Psicoterapia Humanista, encuentran gran ayuda para si mismo y para los que lo rodean, ya que perteneciendo a varios sistemas, (familia, sociedad, lugar de estudio o trabajo, lugar de esparcimiento etc...) somos capaces de influenciar positivamente a nuestro entorno.




Lic. Maria del Carmen Domínguez Berlanga.

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